NUESTROS VINOS
D.O. RIBERA DEL DUERO
En las grandes ocasiones o en un día cualquiera. Para disfrutar en compañía o como recompensa tras la jornada de trabajo. Porque tienes algo que celebrar o, simplemente, porque te apetece. Un Ribera del Duero es siempre una gran elección. Las 310 bodegas de la Denominación de Origen Ribera del Duero, más de un centenar de ellas en la provincia de Burgos, ofrecen un amplio abanico de posibilidades al gusto de todos los paladares. Vinos rosados, tintos jóvenes y jóvenes roble, crianzas, reservas y grandes reservas, con la variedad Tempranillo como denominador común. Vinos potentes, estructurados, con carácter, considerados los más longevos de España.
Constituida en 1982 como Denominación de Origen, pero con una tradición elaboradora que se remonta muchos siglos atrás, la Ribera del Duero es sinónimo de calidad. Los vinos que elaboran las bodegas ribereñas ocupan las cartas de los restaurantes más prestigiosos del planeta y están al mismo tiempo al alcance del consumidor, justo al lado de su casa. Son vinos accesibles, cercanos y una absoluta garantía de éxito. Entre las más de mil marcas de Ribera del Duero, hay un vino para cada ocasión, un vino al gusto de cada persona.
Pero el vino de la Ribera del Duero no sólo se degusta. También se disfruta con los cinco sentidos, se recorre, se descubre. Las bodegas de la Denominación de Origen abren sus puertas al visitante invitándole a sumergirse en el proceso de elaboración de los caldos y a conocer los secretos mejor guardados por los enólogos y viticultores. Un sinfín de posibilidades para el disfrute del enoturismo en familia, de aventura, en plena naturaleza o a través de la gastronomía que ofrece la Ruta del Vino Ribera del Duero. Y la oportunidad de vivir experiencias con #espírituribera, que maridan cultura, música y vino que brindan en agosto el festival Sonorama Ribera o en septiembre la Gran Fiesta de la Vendimia de la Denominación de Origen.
D.O ARLANZA
El territorio que recorre el río Arlanza es una de las zonas con más tradición vitivinícola, pero fue en el siglo XX cuando alcanzó su máxima expresión. Desde 2007 cuenta con el sello Denominación de Origen Arlanza.
En su elaboración se emplea principalmente la variedad Tempranillo complementada con otras como la Garnacha o la Mencía.
La calidad de estos vinos viene dada por el contraste térmico entre el día y la noche, unos suelos extraordinarios y el cultivo en laderas.
Los vinos tintos poseen aromas muy intensos y persistentes destacando el de frutos rojos. Son apropiados para acompañar platos de carne como el lechazo. Por su parte, los rosados son frescos y destaca el aroma a fresa.